Pese a que la logística portuaria no está entre los temas de los que más se habla, esta resulta crucial para el funcionamiento de la industria tal como la conocemos hoy en día.
Dado que los puertos son el principal nodo para la transportación marítima, y que el nivel de competitividad de cada país depende en buena medida del manejo de sus puertos, en este artículo abundaremos sobre la importancia de estos puntos de contacto a escala global.
Aproximadamente el 90% del comercio internacional se lleva a cabo por vía marítima, lo que representa una enorme responsabilidad para quienes están a cargo de la logística portuaria. Ello se traduce en obligaciones que van desde manejar correctamente una gran cantidad de contenedores y mercancía, hasta el cumplimiento de las normas aduanales y de las estrategias de cuidado ambiental.
Lo primero a considerar en este sentido son las obligaciones del exportador, quien es responsable de proveer el embalaje adecuado para la transportación marítima en función de la mercancía de la que se trate. Así mismo, deberá indicar la manera en que esta deberá colocarse en los contenedores y dictar instrucciones precisas sobre el manejo de cargas frágiles, peligrosas o perecederas.
Partiendo de lo anterior hay una serie de precauciones que se deben tener durante el proceso de embalaje y que forman parte de las actividades más importantes en la rutina de un puerto:
Verificar la impermeabilidad e higiene del contenedor, cerciorarse de que no haya agujeros en paredes y/o techo; asegurarse de que abra y cierre con facilidad y que no tenga pegadas etiquetas de cargas anteriores.
Cerciorarse de que el peso y dimensiones de la mercancía no superen la capacidad del contenedor.
Evitar que viajen juntas cargas que por sus propiedades físicas o químicas sean incompatibles.
Distribuir la mercancía de manera uniforme.
La función de los puertos es ofrecer un servicio rápido, eficaz y con los más altos estándares de seguridad al comercio internacional. Por esta razón, la elección de un puerto destino influye de manera importante en el nivel de competitividad de un país.
Actualmente, los puertos forman parte de la logística marítima en las operaciones de producción, transporte y distribución, por lo que además, las actividades que se realizan en ellos deben tener en cuenta la etapa anterior y las posteriores a la llegada de la mercancía a su destino.
Cerciorarse de que las líneas marítimas que transportan el producto en cuestión lleguen con frecuencia a ese puerto.
Verificar que la distancia desde el lugar de producción sea conveniente.
Evaluar las vías de acceso, seguridad, tarifas, nivel de automatización y procesos de operación.
Analizar las infraestructuras internas y hinterland (área de cobertura comercial), es decir, la existencia de muelles de carga y descarga amplios y la cercanía de los almacenes, así como de vías de alta capacidad hacia el destino final. Por características como estas, el Puerto de Róterdam se ha convertido en un referente en toda Europa.
Procurar que se trate de un puerto business friendly. Esto significa que las condiciones de estiba sean claras y no haya requerimientos excesivos por parte de la aduana.
Siempre es más conveniente elegir un puerto de aguas templadas, pues en las zonas tropicales existe el riesgo de huracanes y en las zonas frías el de congelación de las aguas en invierno.
Para una empresa interesada en una cadena de suministro social y ambientalmente responsable, será prioritario revisar que el puerto tenga almacenes diseñados para evitar la emisión de partículas al medio ambiente o rutinas de mantenimiento que eviten que los sistemas de extracción de polvo ocasionen daños en la salud de los trabajadores.
En Akzent sabemos que la logística marítima es vital para el funcionamiento de toda la industria, por lo que trabajamos mano a mano con los principales puertos nacionales e internacionales para ofrecer el mejor servicio del país. En Akzent, conectamos cada movimiento.