Los países importan y exportan mercancías de forma recurrente, pero algunos destacan sobre otros. A un país así se le conoce como líder en logística. Lo que podría entenderse también como una nación eficiente en el comercio internacional.
Pero, ¿qué convierte a un país en líder en logística? ¿Son elementos controlables o es un simple asunto de azar? ¿Puede provocarse el hecho de que un país sea líder en logística?
Vamos a revisar este concepto para poder responder a esas preguntas:
Un país líder logístico es aquel en donde los procedimientos de importación y exportación de mercancías son eficientes. Esta se consigue con el desarrollo de infraestructura para el transporte y el impulso en la innovación para la competitividad.
Las condiciones mencionadas llevan a que el país se vuelva atractivo para quienes desean realizar comercio internacional debido a que hay una sinergia entre el sector privado y público que permite la integración y eficiencia de la logística.
Un país líder logístico, además, ofrece la seguridad jurídica y monetaria, para que las inversiones puedan rentabilizarse. Así, suelen ser países con baja inflación y pocos cambios en el ordenamiento jurídico que regula las importaciones y exportaciones.
No hay un “manual” que haga a un país un líder en logística. Pero sí hay características que definen a estas naciones. Veamos algunas de ellas:
Infraestructura moderna. En particular: carreteras, puertos y aeropuertos
Estabilidad jurídica y política
Estabilidad monetaria
Regulaciones claras y fáciles de cumplir
Sistema fiscal competitivo y progresivo
Innovación y adaptabilidad al cambio
Cultura eficiente y competitiva
El estudio “Connecting to CompeteTrade Logistics in the Global Economy” publicado por el Banco Mundial, analiza a 160 países. El objeto de esa investigación era determinar cuáles son los países con la logística más desarrollada del mundo.
Los criterios estudiados hacían referencia a su desempeño en la logística comercial, incluyendo la eficiencia del despacho que se tiene en las fronteras, la calidad de la infraestructura usada, así como la puntualidad de los envíos.
La conclusión obtenida es que Alemania era el principal líder logístico debido a que es quien tiene mejor desempeño según los estándares antes mencionados. De hecho, el 94% de los envíos importados a este país cumplen con los criterios de calidad.
Holanda y Singapur siguen en segundo y tercer lugar en la lista después de los germanos. Este resultado se debe al puntaje que se recibe de distintas fuentes como: encuestas mundiales de logística y datos cuantitativos del desempeño, entre otros.
Localmente, la situación es reveladora:
Panamá y Chile encabezan el ranking de países latinoamericanos. También forman parte, en este orden: México, Brasil, Uruguay, Argentina, Ecuador, El Salvador, Costa Rica y Colombia.
La razón por la que el Banco Mundial ordenó de esa forma a los países de la región es porque estos cubren todos los aspectos logísticos. Comenzando por los procedimientos aduaneros, los gastos de flete y la calidad de la infraestructura.
Es notable e interesante que sean países con economías emergentes y no los grandes países de la región, los que lideren el ranking.
Ser líder logístico es generar un contexto positivo para el mercado internacional. Además de avanzar en la construcción de una economía competitiva. Sin embargo, se puede crecer mucho, y aun así no ser líder en logística.
De allí que economías gigantes como la brasileña y la mexicana, figuren en el ranking por debajo de las más modesta de Panamá y Chile. Simplemente porque esos países tienen costos más bajos y mejores condiciones.
Así podemos comprender que para que un lugar sea líder en logística, no solo debe crecer económicamente. Tiene que crear las condiciones necesarias para que la logística se desarrolle sin problemas.
Mejorar la infraestructura, hacer normativas fáciles de cumplir, tener impuestos bajos y progresivos, estar abiertos a la competitividad e innovación. Esto no solo impacta el comercio, sino el crecimiento general del país y sus índices de desarrollo y pobreza.
Ahora bien, ¿qué sentido tiene implementar estas acciones? ¿No se está con ellas beneficiando a empresas extranjeras y perjudicando a las locales? ¡Todo lo contrario! Un país líder en logística ve beneficios casi inmediatos a raíz de estos cambios.
Pongamos como ejemplo los líderes de la región. Chile y Panamá eran economías pequeñas en 1990, mientras Argentina y Brasil lideraban a la región. Hoy, como hemos visto en este artículo, son líderes en logística de esta parte del mundo.
Los beneficios son notables. En el caso de Chile, según información de Datos Macro, las exportaciones pasaron de 16.102 millones de euros en 1999 a 62.798 en el año 2020. Un crecimiento de casi el 400 %.
Panamá registra datos similares. En 1991 sus exportaciones eran de 771 millones de euros, para el 2020, 9.066 millones de euros. Vale apuntar que en 2020 Chile y Panamá acusaron los efectos de la contracción económica mundial por el COVID-19.
Pero más allá del año de recesión, el crecimiento de ambos países ha sido notable. ¿Qué lección podemos extraer de esto? Pues que un país líder en logística hace crecer sus exportaciones y por tanto su economía.
Ser líder en logística es bueno para las empresas, los trabajadores y la economía en general. Incluso es bueno para el Estado que pueda recaudar más impuestos y financiar con ello mejores infraestructuras.
En Akzent apostamos por la constante innovación y la implementación de tecnología en la logística, para lograr así llevar esta industria mucho más lejos.
Creemos en que al eficientar la transportación de mercancías de nuestros clientes, estamos ayudando a que poco a poco México se vuelva un referente logístico para el mundo. En Akzent, conectamos cada movimiento.