Con la entrada en vigor del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) y la presencia de diferentes Tratados de Libre Comercio de México, junto a la regionalización de las cadenas de consumo, el comercio mexicano despunta como una gran apuesta.
Conocer el enfoque y contexto del comercio libre que los Tratados ponen sobre la mesa, puede ser crucial en la toma de decisiones en la economía actual.
El T-MEC es resultado de varias negociaciones entre los representantes de México, Estados Unidos y Canadá para continuar con el intercambio económico entre los países.
Esto implica apoyar y mantener un terreno amigable para la logística, distribución y comercio libre de los productos comercializados en sus territorios a partir del 1 de julio, fecha en que este Tratado de Libre Comercio de México comenzará a ser efectivo.
De esta manera, la logística de distribución anticipa una óptima relación comercial entre las naciones de América del Norte con vías a mejorar y reactivar su economía. De esta forma, el comercio mexicano tendrá la oportunidad perfecta para administrar la logística y distribución del comercio en Norteamérica.
Actualmente, se cuenta con la infraestructura y desarrollo suficiente de bases, redes u operadores logísticos para la reactivación económica post pandemia.
Esto, aunado a que las reglas del T-MEC, abren la puerta a México y el comercio exterior para que las empresas y negocios de otros países se instalen en las zonas de alto crecimiento del territorio mexicano como las cercanas al Río Bravo: Tijuana, Monterrey, Ciudad Juárez, entre otras.
En resumen, los acuerdos bilaterales son más viables en estos momentos. Con el T-MEC, gracias al comercio libre que involucra, se espera una contribución de entre el 3% y 5% para México y el comercio exterior, pese a la reciente contracción producto de la pandemia de COVID-19.
Adicionalmente, el comercio mexicano tiene una ventaja competitiva para la logística de distribución de mercancías, pues su cercanía a los Estados Unidos y su ubicación entre los dos grandes océanos – Pacífico y Atlántico-, permiten a las empresas establecer sus negocios y mantener relaciones comerciales con una potencia mundial, al mismo tiempo que se puede disfrutar de un puente o conexión entre los océanos.
Otro beneficio a favor de nuestro país son los Tratados de Libre Comercio de México firmados con otros países y regiones, como el TPP11 y el acuerdo comercial con la Unión Europea.
Cabe recordar que el país tiene acuerdos de comercio libre con 50 países y forma parte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), organización que se encarga de vigilar, coordinar y organizar las políticas económicas y sociales de México y el comercio exterior.
Finalmente, por el tamaño de la economía mexicana, la cual es más grande que los centros operadores logísticos en Panamá y República Dominicana, el país ofrece el plus del comercio mexicano interno, pues 5 de cada 10 consumidores mexicanos piensa gastar más o de igual manera en productos y servicios en general después de la pandemia, así que también se pueden lograr grandes ventas en México, junto con llegar a los mercados de Estados Unidos y Canadá de forma rápida y fácil gracias al T-MEC.
La historia que existe especialmente de la logística entre México y Estados Unidos es muy importante para ambos países pues han sido socios comerciales desde hace muchos años. Conoce cómo se ha ido desarrollando y cómo se prevé su futuro haciendo clic aquí.
El panorama económico para México y el comercio exterior en miras al cierre de 2020 no es positivo y, pese al pronóstico de contracción económica, existen oportunidades para que, con trabajo arduo y enfocado, el efecto sea menor y hasta beneficioso.
En Akzent entregamos calidad en nuestros procesos para ser factor de cambio y transformar estadísticas negativas en positivas con trabajo en equipo. Conectamos cada movimiento de logística y distribución de mercancías por cualquier vía para fomentar el comercio libre y garantizar el crecimiento de las empresas.