Quienes trabajan en Comercio Exterior saben que se utilizan muchas siglas dentro de este ámbito. Un ejemplo perfecto podrían ser los Incoterms (FOB, EXW, CIF), o, como veremos en este artículo, las siglas FCL y LCL, las cuales son de las más utilizadas en logística.
El por qué de su uso constante se debe a que FCL y LCL sirven para determinar si el shipper cargará en un contenedor completo o si compartirá el espacio con otros embarcadores.
Si estás próximo a realizar un embarque de mercancías, te será de utilidad conocer para qué se usan, las diferencias y los beneficios de estos dos términos.
La sigla FCL proviene de “Full Container Load”, lo que significa que el contenedor está cargado completo con la mercancía de un solo exportador/importador.
Las ventajas de utilizar un FCL son varias:
Seguridad: al viajar la mercancía de un solo cliente hay menos manipuleo hasta llegar a destino.
Velocidad de entrega: los envíos son directos, se minimizan tiempos de transporte.
Rentabilidad: al transportar mercancías que completen el contenedor se obtiene un mejor costo-beneficio. Para ello, les será de suma utilidad saber calcular el cubicaje de su carga.
Este tipo de servicios es de suma utilidad para aquellos agentes de comercio exterior que trabajen con productos delicados, perecederos, peligrosos o que requieran un trato especial, tanto por su tipo de embalaje como por los tiempos de traslado.
A diferencia del anterior, LCL significa “Less than Container Load” y es la sigla que se utiliza cuando el contenedor es compartido por varios exportadores/ importadores. Es decir, son los contenedores que son utilizados para hacer grupaje de mercancía.
Los beneficios de estos servicios también son varios:
Costos: las tarifas son más baratas, porque van en proporción al volumen del cargamento.
Volumen: es la opción ideal para enviar pequeños cargamentos.
Proveeduría múltiple: se comparte el contenedor con otros exportadores/ importadores para abaratar costos.
Este tipo de servicios es especial para aquellas cargas que no tienen un gran volumen y requieren optimizar costos, siempre y cuando las mercancías a movilizar no sean delicadas.
En el siguiente video encontrarán más información sobre estas dos modalidades de embarque:
El principal aspecto a tener en cuenta para elegir entre un FCL y un LCL es el volumen de la mercancía que se debe transportar. En relación a esto, el segundo aspecto a tener en cuenta es el costo del flete.
Por ejemplo, si la mercancía no llena un contenedor, va a ser poco rentable realizar un FCL. En este caso, el agente de comercio exterior tendrá que evaluar si le conviene compartir el contenedor y realizar un LCL.
Otro aspecto a tener en cuenta es la seguridad de la mercadería. Si se contrata un servicio FCL sabremos que la mercancía estará toda junta en un solo contenedor y sabemos cómo ha sido consolidada.
En cambio, si se opta por un LCL se deberá compartir un contenedor y no sabemos en definitiva cómo se consolidarán los bultos, lo que puede terminar con cajas abolladas o rotas en algunas ocasiones.
También deberemos contemplar la urgencia con la que se necesita la mercancía. La opción FCL suele ser la más adecuada para los envíos con tiempos muy ajustados o que deben llegar en una fecha fija.
Esto se debe a que los envíos LCL se suele trabajar con fechas de cierre más amplias y en el caso de que haya puertos de trasbordo, un envío LCL corre más riesgo de sufrir retrasos debido a las manipulaciones.
FCL y LCL son dos modalidades de embarque de mercancías y la decisión sobre cuál de las dos elegir dependerá en buena parte del volumen y los costos de la carga.
Ya sea un FLC o un LCL, en Akzent contamos con más de 20 años de experiencia en el rubro y podemos ayudarte a coordinar el embarque en la mejor modalidad para tu empresa.
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