El que existan procesos de logística sustentable detrás de los productos que se adquieren es uno de los principales intereses del consumidor actual. Esto es síntoma de una transformación global en la que el enfoque de consumo está puesto en productos y servicios que, más allá de ser funcionales, sean respetuosos con el medioambiente.
Lo anterior ha llevado a las empresas de logística a repensar sus procesos con el objetivo de identificar áreas de mejora que una vez trabajadas, permitan hacer la transición de sus operaciones tradicionales hacia las de una logística verde.
Forman parte de este cambio los procesos limpios, que buscan disminuir la huella de carbono mediante la reducción en el uso de combustibles fósiles; alternativas como los embalajes sostenibles y el uso de drones o bicicletas para realizar entregas de última milla, así como la aplicación de las 5S de sustentabilidad empresarial que se han ya delimitado.
Por su parte, el consumidor tiende a estar más informado sobre las condiciones de trabajo en las que se producen los artículos que compra y da importancia al hecho de que las empresas cuenten con políticas de restitución de materias o se comprometan con el cuidado ambiental a partir de acciones sustentables al margen de sus operaciones.
En los últimos años hemos observado un crecimiento en la digitalización a partir del cual las empresas de logística se acercan cada vez más a comprender con exactitud los hábitos y necesidades de sus clientes para el desarrollo de estrategias más acertadas.
Se basa en capacidad tecnológica para anticipar necesidades. Gracias a ella, el sector logístico podrá predecir qué tipo de productos requerirá trasladar un cliente, la cantidad de embalajes que necesitará y cuál será la ruta de transportación más conveniente, incluso antes de que él solicite el servicio.
Además, tanto los negocios B2C como las compañías B2B tendrán la capacidad para avisar a sus clientes sobre compras necesarias, con antelación a que ellos noten esta necesidad. Otro avance interesante en este sentido es que los consumidores podrán monitorear no solo la localización de sus envíos sino el tratamiento que han recibido los productos y las condiciones en que se encuentran al considerar detalles como la temperatura y el estado del empaque, entre otros. Este avance se vislumbra alcanzable por medio de inteligencia artificial, en un tiempo estimado de tres a cinco años, de acuerdo con el estudio Pre-emptive logistics report.
El auge del comercio electrónico es también la época en que los consumidores exigen más de las empresas en cuanto a la creación de futuro sustentable.
En congruencia con esto, el perfil del consumidor de e-commerce es descrito con las siglas LOHAS (Lifestyles of Health and Sustainability), con las que se identifican personas que han adoptado un estilo de vida saludable, consciente del medioambiente y de la justicia social.
De acuerdo con el Análisis del consumidor futuro, realizado por EY, el 17% de los consumidores eligen marcas comprometidas con la protección ambiental. Un ejemplo interesante de la respuesta de las compañías a esta tendencia es el caso de Amazon, que ha proyectado que para el 2030 el 50% de sus envíos serán neutros en emisiones de carbono.
Derivado de la mala planificación, este es uno de los problemas más comunes y que conlleva daños ambientales por el gasto excesivo de energía y combustibles para trasladar mercancía a los almacenes. En este caso, la solución es llevar a cabo una gestión de inventario sistemático que incluya el seguimiento de existencias y la revisión periódica de las fechas de vencimiento de los productos.
Medidas como utilizar materiales reciclables para el embalaje de mercancía en cantidades adecuadas, instalar un software de eficiencia energética en almacenes y locales comerciales o contar con un hosting verde para su sitio web, son apenas algunas de las formas en que las compañías pueden poner en marcha una estrategia de logística verde que además les permita ahorrar dinero.
Esta visión del futuro, como en todas las industrias y ramos, solo es posible si se voltea hacia atrás para ver de dónde venimos y hacia donde queremos ir. Por esta razón, conocer los aspectos que formaron a la logística verde es de sumo valor, para así saber dónde estamos parados y cómo podemos hacer para seguir adelante.
Mudarnos a una logística sustentable ya no es una alternativa, sino una obligación para poder garantizar un mejor futuro para todos. Por eso, con el programa Akzent Zero ponemos en marcha estrategias y acciones sustentables dirigidas a la generación de cadenas neutras de emisiones.