Luego de la emergencia sanitaria y la transformación digital de todos los sectores del comercio, la innovación en el transporte aéreo ha sido fundamental.
Este proceso se ha dado a través de cambios como la adopción de sistemas para el análisis de datos, la implementación de nuevas normativas y protocolos de seguridad, así como la mejora en la conectividad entre las distintas áreas de la infraestructura de logística internacional.
La historia del transporte aéreo se remonta al año 1700 con la invención del globo aerostático por los hermanos Montgolfier.
Si bien en principio estos viajes se concentraban en el traslado de pasajeros, constituyeron el antecedente para la logística aérea de cargas como la conocemos hoy.
En el siglo XX, los hermanos Wright efectuaron un primer vuelo en Estados Unidos y en 1906, el rumano Traian Vuia hizo volar el primer avión autopropulsado.
Posteriormente, en la Segunda Guerra Mundial se construyeron los primeros helicópteros y aviones de hélice, cuyo perfeccionamiento dio lugar al desarrollo de aviones como el Boeing 747 y el Concorde.
Todo lo anterior, fueron los pasos previos que permitieron el surgimiento de una logística internacional enfocada en el transporte de mercancías.
En 2002, la precisión en el cálculo del crecimiento de las cargas aéreas a escala mundial en función del PIB era del 98%, mientras que, para 2014, el 35% del comercio mundial por valor era transportado vía aérea, según datos de Aviation Benefits Beyond Borders (ATAG).
Actualmente, gigantes logísticos como Amazon han conseguido una máxima eficiencia en sus operaciones mediante la creación de una vasta infraestructura de centros logísticos y del uso de aeronaves avanzadas como los Airbus A330-300, que aparecieron en sustitución de los Boeing 767, posicionándose como excelentes unidades de carga.
La logística aérea tiene como primer objetivo garantizar la seguridad de las cargas desde la partida en el punto de origen, pasando por los procesos de consignación, inspección, consolidación y paquetería hasta la llegada a su destino.
Una de las instituciones más importantes en que recae la normativa del tráfico por aire, es la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), por lo que, para el consignador y expedidor de la mercancía -que en ocasiones pueden ser la misma entidad o persona física- es de gran valor que su forwarder sea agente un IATA, pues de esta manera se tiene la certeza de que la empresa proveedora posee las certificaciones que avalan el cumplimiento de normativas, instalaciones y cualificación de personal.
Este aspecto es vital para que el transporte de carga aéreo pueda generar crecimiento y desarrollo económicos. Pero, para ser óptima, la conectividad implica asegurar la seguridad de las mercancías durante todo el proceso de transporte, considerando un adecuado manejo de riesgos, la gestión coordinada de fronteras y la desmaterialización de documentos de respaldo.
Aportan seguridad y optimizan el servicio de transporte de carga por medio del análisis de datos de los envíos, lo que, a su vez, permite identificar aquellos que conlleven un riesgo potencial para someterlos a procesos de inspección adicionales o imponerles nuevos requisitos.
Hasta hace unos meses, en México las empresas exportadoras e importadoras enfrentaban dificultades en relación con el manejo del flete aéreo debido a la falta de espacio en el AICM.
Ahora, con la reciente apertura del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, casi 10 veces más amplio, se dispone de una alternativa para facilitar el manejo de cargas, si bien es verdad que la mayor parte de los vuelos trasatlánticos llegan al AICM.
Al respecto, tener un proveedor de servicios logísticos y especializado en flete aéreo, es clave para que las operaciones se realicen de forma apropiada y sin contratiempos.
Con más de 20 años en el mercado, en Akzent ponemos nuestra experiencia al servicio de las empresas que requieren de una transportación aérea expedita, segura, avalada por la Certificación IATA y con personal especializado en este tipo de operaciones, incluyendo el manejo de cargas sobredimensionadas.